Una asociación debe decantarse por alguna fórmula organizativa con la que llevar a cabo su actividad.
Aunque existen muchas formas de organizarse, destacaremos los modelos más empleados actualmente: El Modelo Jerárquico o Directivo y el Modelo Participativo.
El Modelo Jerárquico o Directivo, basa su organización en la autoridad y la delegación de responsabilidades.
El Modelo Participativo, se basa más en el concepto de liderazgo mediante el cual (por lo general) las decisiones y planteamientos son llevados a cabo por todo el colectivo. Este modelo, es que que se suele considerar como más apropiado. Aunque a veces es menos operativo, es el que más implica a los/as socios/as.
Dentro del Modelo Participativo, podemos determinar tantas variantes como deseemos y registremos en los estatutos. Por ejemplo, el Modelo Participativo de Dirección por Objetivos, que toma como unidad operativa el servicio a gestionar y fija objetivos a través de la Asamblea General.
Una comisión se encarga de observar y desarrollar su cumplimiento, siendo una especie de "Junta Directiva" que sirve para un proyecto en concreto. De este modo para cada proyecto, se va cambiando la comisión y personas que intervienen.
Terrileros, asociación que se dedicaba al ocio y tiempo libre, tenía una estructura participativa |
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